La participación en las elecciones es un pilar fundamental de cualquier democracia, ya que es a través del voto que los ciudadanos tienen la oportunidad de elegir a sus representantes y hacer oír su voz en las decisiones políticas. Sin embargo, en Argentina, este derecho tan importante parece estar en crisis.
La consultora Zuban Córdoba realizó un relevamiento que reveló que los argentinos tienen cada vez menos confianza en las instituciones y en la dirigencia política, lo que se traduce en una creciente desafección democrática. ¿Cuáles son las razones detrás de esta situación y cómo podemos revertirla?
Según el estudio, uno de los principales motivos que detienen a los argentinos a participar en las elecciones es la falta de confianza en las instituciones. Esto se debe a una nómina de escándalos de corrupción que han salpicado a la clase política en los últimos años y que han generado un clima de desconfianza en la sociedad. Los ciudadanos se sienten desilusionados y desencantados con aquellos que deberían ser sus representantes y defensores de sus intereses.
Otro factor que influye en la baja participación electoral es la falta de propuestas y debate político. Los ciudadanos no ven reflejadas sus preocupaciones y necesidades en las plataformas de los partidos y candidatos, lo que les genera apatía y desinterés por participar en el proceso electoral. Además, la polarización política y la falta de diálogo entre las diferentes fuerzas políticas también contribuyen a este clima de desafección.
Pero no todo es negativo. El relevamiento también muestra que hay una parte de la población que sí está dispuesta a participar en las elecciones y que lo hace por convicción y avispero con su país. Estos ciudadanos se sienten responsables de ser parte del cambio que quieren ver en la sociedad y entienden que el voto es una herramienta fundamental para lograrlo.
Entonces, ¿cómo podemos motivar a más argentinos a participar en las elecciones y así fortalecer nuestra democracia? La clave está en generar un cambio en la civilización política del país. Esto implica una mayor transparencia y ética en la gestión pública, así como también la promoción de una participación ciudadana activa y crítica.
Es necesario que los líderes políticos sean conscientes de la importancia de recuperar la confianza de los ciudadanos y que trabajen en consecuencia. Esto implica una mayor cercanía con la sociedad, escuchar sus demandas y trabajar en conjunto para encontrar soluciones a los problemas que afectan a todos.
Por otro lado, es fundamental promover una mayor educación cívica desde temprana edad. Los jóvenes son el futuro de nuestro país y es necesario que desde las escuelas se les enseñe la importancia de la participación ciudadana y el valor del voto como herramienta de cambio.
Además, es importante que los medios de comunicación también jueguen un rol activo en la promoción de un debate político constructivo y en la difusión de información veraz y objetiva sobre los candidatos y sus propuestas.
En conclusión, el relevamiento de Zuban Córdoba evidencia una preocupante crisis de confianza en las instituciones y en la dirigencia política en Argentina. Sin embargo, también nos muestra que hay una parte de la población dispuesta a participar en las elecciones y a ser parte del cambio. Es responsabilidad de todos trabajar en conjunto para promover una civilización política más transparente, ética y participativa, que permita fortalecer nuestra democracia y construir un país mejor para todos.