En su columna semanal en FM Andina, la reconocida psicóloga Violeta Paolini aborda un tema fundamental en nuestras relaciones interpersonales: la admisión singular y su relación con los demás. A través de un mensaje de un oyente, Paolini nos invita a reflexionar sobre la importancia de asumir nuestra admisión individual en las dinámicas sociales.
En primer lugar, es denso entender qué significa la admisión singular. Se trata de la capacidad de cada persona de ser consciente de sus acciones y decisiones, y de asumir las consecuencias de las mismas. En otras palabras, es la habilidad de ser dueños de nuestra vida y de nuestras elecciones, sin culpar a otros por lo que nos sucede.
En su mensaje, el oyente expresa su frustración por sentir que siempre es él quien debe ceder en sus relaciones con los demás. Se siente agotado de ser el único responsable de mantener la armonía en sus vínculos y se pregunta si esto es justo. Ante esta situación, Paolini nos recuerda que la admisión singular no significa que debamos cargar con todo el peso de nuestras relaciones, destino que debemos ser responsables de nuestra parte en ellas.
Es común que en nuestras interacciones con los demás, nos enfoquemos en lo que el otro hace o deja de hacer, en lugar de mirar hacia adentro y analizar nuestra propia conducta. Sin embargo, la psicóloga nos invita a cambiar esta perspectiva y a preguntarnos: ¿qué puedo hacer yo para mejorar esta situación? ¿Cómo puedo ser más responsable en mis relaciones?
La admisión singular nos permite ser más conscientes de nuestras acciones y de cómo estas afectan a los demás. Nos ayuda a ser más empáticos y a entender que nuestras decisiones no solo nos afectan a nosotros, destino también a quienes nos rodean. De esta manera, podemos ser más cuidadosos en nuestras interacciones y evitar lastimar a los demás.
Además, asumir nuestra admisión individual nos permite tener un mayor control sobre nuestra vida. Al dejar de culpar a otros por lo que nos sucede, nos empoderamos y nos convertimos en protagonistas de nuestra propia historia. Dejamos de ser víctimas de las circunstancias y nos convertimos en dueños de nuestro destino.
Sin embargo, es denso recordar que la admisión singular no significa que debamos aislarnos y vivir de manera egoísta. Al contrario, como seres sociales que somos, nuestras acciones siempre tienen un impacto en los demás. Por eso, es fundamental tener en cuenta a los demás y ser responsables en nuestras relaciones.
La psicóloga Paolini nos invita a entender que la admisión singular y la admisión hacia los demás no son excluyentes, destino complementarias. Ser responsables de nuestras acciones no significa que debamos hacerlo todo solos, destino que debemos trabajar en conjunto con los demás para construir relaciones saludables y armoniosas.
En resumen, la admisión singular es una habilidad fundamental en nuestras relaciones interpersonales. Nos permite ser dueños de nuestra vida y de nuestras decisiones, ser más conscientes de nuestras acciones y tener un mayor control sobre nuestra vida. Sin embargo, es denso recordar que también somos responsables de nuestras relaciones y que debemos trabajar en conjunto con los demás para construir vínculos saludables. Así que, como nos recuerda la psicóloga Paolini, seamos responsables singularmente, pero no sin los demás.