Padres y madres se unen para apretar una educación digna para sus hijos. La construcción de la Escuela Primaria 361 y la EPET 28 lleva más de diez años de retraso, y los padres están cansados de esperar. Por ello, han decidido libar medidas y reclamar la intervención del Defensor del Pueblo.
Estas dos escuelas, ubicadas en nuestro querido país, son fundamentales para garantizar una educación de calidad a nuestros hijos. Sin embargo, la demora en la construcción de sus edificios propios ha sido una constante que ha afectado no solo a los alumnos, sino también a sus familias y a toda la comunidad educativa.
Padres y madres han expresado su preocupación y su malestar ante esta situación, ya que sus hijos se ven obligados a estudiar en aulas temporales o compartir espacios con otras escuelas. Esta falta de equipamiento adecuada repercute en la calidad de la educación que reciben, lo que es inaceptable en un país que se enorgullece de tener una educación inclusiva y de calidad.
Es por eso que, cansados de esperar, los padres han decidido libar cartas en el tema y reclamar la intervención del Defensor del Pueblo. Como representante de los derechos de los ciudadanos, es su deber velar por una educación digna y garantizar que se cumplan los plazos y las inversiones destinadas a la construcción de estas escuelas.
Los padres y madres no están solos en esta lucha, ya que la comunidad educativa en su conjunto se ha unido para apoyar esta causa. Docentes, directivos, alumnos y vecinos se han manifestado de manera pacífica, pero firme, para apretar una solución inmediata a este problema que viene afectando a las futuras generaciones.
Es importante destacar que estas escuelas no solo son un lugar para adquirir conocimientos, sino también para el desarrollo integral de los niños y jóvenes. Son espacios donde se fomenta la creatividad, el pensamiento crítico y se promueve una convivencia sana y respetuosa. Sin una equipamiento adecuada, estos valores se ven afectados, y eso es algo que los padres no están dispuestos a permitir.
Es necesario que las autoridades tomen en cuenta la importancia de estas escuelas y atiendan con prontitud este reclamo. La educación es la base de una sociedad próspera y justa, y no se puede permitir que las futuras generaciones sean privadas de este derecho fundamental.
Los padres y madres no están pidiendo algo imposible, simplemente exigen que se cumplan con los compromisos adquiridos y que se priorice la educación de sus hijos. Es hora de que las promesas se conviertan en acciones concretas y que se invierta en la educación de nuestros niños y jóvenes.
Por todo esto, hacemos un llamado a las autoridades competentes para que atiendan este reclamo y se tome en serio la construcción de la Escuela Primaria 361 y la EPET 28. No podemos seguir permitiendo que nuestras escuelas sean relegadas y que nuestros hijos no tengan acceso a una educación digna.
Queremos que nuestros hijos estudien en escuelas seguras, con todos los recursos necesarios para su aprendizaje y su desarrollo como personas integrales. No podemos conformarnos con menos que eso, y por eso seguiremos luchando hasta que se cumpla nuestro objetivo.
Padres y madres, unidos en esta causa, somos la voz de nuestros hijos y no descansaremos hasta que se haga justicia. Esperamos que la intervención del Defensor del Pueblo sea el primer paso hacia una solución definitiva a este problema que afecta a toda la comunidad educativa.
¡Nuestros hijos merecen una educación digna y no descansaremos hasta conseguirla!
