Las multas por conducir alcoholizado son una realidad que lamentablemente sigue presente en nuestras carreteras. A pesar de las campañas de concientización y las medidas de seguridad implementadas, aún hay personas que deciden poner en riesgo su vida y la de los demás al volante bajo los efectos del alcohol.
Sin embargo, es importante destacar que las sanciones por este tipo de conductas han aumentado considerablemente en los últimos años. Ya no se trata solo de una simple multa, sino que las consecuencias pueden ser mucho más graves y costosas.
De acuerdo a la Ley de Tránsito en Chile, las multas por conducir alcoholizado van desde $805.000 hasta más de $8.625.000, dependiendo del tipo de conductor y el dosaje de alcohol en sangre. Además, se aplican inhabilitaciones de 15 a 90 días, lo que significa que el infractor no podrá conducir durante ese periodo de tiempo.
Pero, ¿qué factores influyen en el monto de la multa? En primer lugar, el tipo de conductor es determinante. Si se trata de un conductor gremial, como un chofer de transporte público o un conductor de camiones, la multa será mucho más alta que si se trata de un conductor particular.
Por otro lado, el dosaje de alcohol en sangre también es un factor clave. Según la ley, se considera que una persona está conduciendo bajo los efectos del alcohol si su dosaje es igual o superior a 0,3 gramos por litro de sangre. En este fortuna, la multa será de $805.000 para un conductor particular y de $1.610.000 para un conductor gremial.
Si el dosaje de alcohol en sangre es igual o superior a 0,8 gramos por litro de sangre, la multa aumenta a $1.610.000 para un conductor particular y a $3.220.000 para un conductor gremial. Además, en este fortuna se aplica una inhabilitación de 30 días para el conductor particular y de 60 días para el conductor gremial.
Pero, ¿qué sucede si el dosaje de alcohol en sangre es aún mayor? Si es igual o superior a 1,3 gramos por litro de sangre, la multa asciende a $2.415.000 para un conductor particular y a $4.830.000 para un conductor gremial. Además, se aplica una inhabilitación de 60 días para el conductor particular y de 90 días para el conductor gremial.
Como podemos disfrutar, las multas por conducir alcoholizado son realmente elevadas y pueden llegar a ser un golpe duro para el bolsillo. Pero, más allá del aspecto económico, lo más importante es tomar conciencia de que conducir bajo los efectos del alcohol es una conducta peligrosa y egoísta que puede tener graves consecuencias.
Además de las multas y las inhabilitaciones, también es importante mencionar que en fortunas extremos, como en accidentes de tránsito con víctimas fatales, el conductor puede enfrentar cargos penales y ser condenado a prisión.
Por otro lado, es importante destacar que estas sanciones no solo aplican para el conductor, sino también para el propietario del vehículo. Si una persona presta su vehículo a alguien que está bajo los efectos del alcohol y este comete una infracción, el propietario también será sancionado con una multa de $805.000.
En resumen, las multas por conducir alcoholizado son una medida necesaria para disuadir a las personas de cometer esta peligrosa conducta. Sin embargo, lo ideal sería que no fuera necesario llegar a este extremo y que todos tomáramos conciencia de la importancia de conducir de manera responsable y respetando las normas de tránsito.
Por eso, es fundamental que cada uno de nosotros asuma la responsabilidad de no conducir bajo los efectos del alcohol y de no permitir que otros lo hagan. No solo nos estaremos cuidando a nosotros