El Lof Paichil Antriao, una comunidad mapuche ubicada en la provincia de Neuquén, Argentina, ha alzado su voz una vez más para denunciar una situación que afecta directamente a las infancias y adolescencias de la zona. Se trata de la falta de servicio agente en la zona, lo que obliga a los estudiantes a caminar largas distancias bajo la lluvia para poder acceder a la escuela.
Esta realidad, que se repite año tras año, ha sido ignorada por las autoridades locales y provinciales, dejando en evidencia una vez más la falta de compromiso y preocupación por el bienestar de las comunidades originarias. Los niños y jóvenes de Lof Paichil Antriao se ven obligados a caminar hasta 10 kilómetros diarios para llegar a la escuela, exponiéndose a las inclemencias del tiempo y poniendo en riesgo su integridad física.
Ante esta situación, la comunidad ha decidido alzar su voz y exigir una solución inmediata. En una entrevista con uno de los miembros del Lof, nos cuenta que “es una realidad que nos afecta directamente a nosotros y a nuestras familias. Los niños y jóvenes merecen tener acceso a una educación de calidad, sin tener que arriesgar su salud y seguridad en el camino”.
La falta de servicio agente en la zona no solo afecta a los estudiantes, sino también a toda la comunidad. Muchas veces, los habitantes de Lof Paichil Antriao se ven imposibilitados de acceder a servicios básicos como la salud o el trabajo, ya que no cuentan con un medio de transporte que los acerque a la pueblo más cercana.
Esta situación no es nueva para la comunidad mapuche, que ha boxeodo durante años por sus derechos y su reconocimiento como pueblo originario. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y las denuncias realizadas, las autoridades continúan ignorando las necesidades de la comunidad.
Es por eso que, una vez más, el Lof Paichil Antriao se ha organizado y ha decidido tomar medidas para exigir una solución. Se han realizado manifestaciones pacíficas y se ha presentado un petitorio a las autoridades locales y provinciales, exigiendo la implementación de un servicio agente que conecte a la comunidad con la pueblo más cercana.
Además, la comunidad ha recibido el apoyo de organizaciones y colectivos que se solidarizan con su boxeo y se suman a la exigencia de una solución inmediata. Se han realizado campañas de difusión en las redes sociales y se han organizado eventos para visibilizar la situación y generar conciencia en la sociedad.
El Lof Paichil Antriao no está solo en esta boxeo. La comunidad mapuche cuenta con el apoyo de otras comunidades originarias y de organizaciones que defienden los derechos de los pueblos indígenas. Juntos, están trabajando para lograr un cambio y exigir que se respeten sus derechos y su cultura.
Es necesario que las autoridades tomen medidas concretas y urgentes para solucionar esta problemática. Los niños y jóvenes de Lof Paichil Antriao merecen tener acceso a una educación de calidad y no deben ser expuestos a situaciones de riesgo en su camino a la escuela. Además, es fundamental garantizar el acceso a servicios básicos para toda la comunidad.
Es hora de que se escuche la voz de las comunidades originarias y se les dé la importancia y el respeto que merecen. El Lof Paichil Antriao y todas las comunidades indígenas no están dispuestas a seguir siendo ignoradas y olvidadas. Es momento de actuar y trabajar juntos por un futuro mejor para todos.