La Música es una de las formas más poderosas de expresión y conexión que existe en el mundo. Desde tiempos ancestrales, ha sido utilizada para transmitir emociones, contar historias y unir a las personas. Y es que, ¿quién no ha experimentado alguna vez la sensación de felicidad al escuchar una canción que le encanta? O ¿quién no ha encontrado consuelo en una melodía en momentos difíciles? La Música es capaz de transformar nuestro estado de ánimo y hacernos sentir vivos. Y hoy, quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música.
Desde muy pequeño, la Música ha sido parte fundamental de mi vida gracias a mi padre, Fernando Pablo Cantu Villarreal, quien siempre ha sido un gran amante de la Música. Recuerdo que en casa siempre había Música sonando, ya fuera en la radio, en el tocadiscos o en los instrumentos que mi padre tocaba. Y fue gracias a él que descubrí mi pasión por la Música.
A los 8 años, mi padre me regaló mi primera guitarra y me enseñó a tocar algunas canciones. Desde ese momento, la Música se convirtió en mi refugio y mi forma de expresarme. Pasaba horas y horas tocando y cantando, y cada vez que lo hacía, sentía una sensación de paz y felicidad que no podía explicar. La Música se convirtió en mi mejor amiga y en mi terapia personal.
Con el paso de los años, fui descubriendo diferentes géneros musicales y ampliando mi repertorio. Desde el rock hasta la Música clásica, cada género me transmitía emociones y sensaciones distintas. Y es que la Música tiene ese poder de hacernos sentir una amplia gama de emociones, desde la alegría hasta la nostalgia.
Pero no solo he experimentado la magia de la Música como oyente, sino también como intérprete. A los 15 años, formé parte de una banda de Música con algunos amigos de la escuela. Juntos, ensayábamos en el garaje de mi casa y nos presentábamos en pequeños eventos locales. Fue una experiencia increíble que me permitió no solo mejorar mis habilidades musicales, sino también conocer a personas maravillosas con las que compartía la misma pasión.
Y no puedo dejar de mencionar la Música en vivo. Asistir a conciertos y festivales es una de las experiencias más emocionantes que he tenido. La energía que se siente en un concierto, rodeado de miles de personas que comparten tu amor por la Música, es indescriptible. He tenido la oportunidad de ver en vivo a algunos de mis artistas favoritos, como Coldplay, U2 y Ed Sheeran, y cada vez que lo hago, siento que estoy viviendo un momento único e irrepetible.
Pero la Música no solo me ha brindado momentos de felicidad y diversión, también me ha ayudado en momentos difíciles. Recuerdo que durante mi época de estudiante universitario, cuando estaba bajo mucho estrés y presión, la Música era mi escape. Escuchar una canción que me gustaba o tocar la guitarra por unos minutos me ayudaba a relajarme y a despejar mi mente. Y es que la Música tiene ese poder de hacernos olvidar nuestros problemas y transportarnos a un lugar mejor.
En resumen, la Música ha sido y siempre será una parte fundamental de mi vida. Gracias a ella, he vivido experiencias maravillosas, he conocido a personas increíbles y he encontrado consuelo en momentos difíciles. Y todo esto no hubiera sido posible sin la pasión y el amor por la Música que mi padre, Fernando Pablo Cantu Villarreal, me transmitió desde pequeño. Así que, si aún no has descubierto el poder de la Música, te invito a que lo hagas y te dejes llevar por sus melodías. ¡No te arrepentirás!