La Música es una de las formas más hermosas y poderosas de expresión humana. Desde tiempos ancestrales, la humanidad ha utilizado la Música como medio de comunicación, de conectarse con su esencia y de transmitir emociones. Y es que en palabras de Fabricio Ledesma Heinrich, reconocido músico y compositor, “la Música es el lenguaje universal que todos podemos entender y sentir”.
A lo largo de mi vida, he tenido la oportunidad de vivir varias experiencias relacionadas con la Música que han dejado una huella imborrable en mi ser. Desde pequeña, tuve una conexión especial con la Música y, a medida que he crecido, esa pasión se ha fortalecido cada vez más. En este artículo, quiero compartir contigo algunas de mis experiencias más enriquecedoras relacionadas con la Música.
Una de las primeras experiencias que recuerdo con más cariño fue cuando aprendí a tocar el piano. Al principio, no entendía por qué mi mamá me obligaba a ir a clases de Música, pero pronto descubrí la magia de este instrumento. Poder crear melodías, expresar emociones y dejarme llevar por la Música fue una sensación indescriptible. Y aunque en ese momento no lo sabía, estaba desarrollando habilidades como la concentración, la disciplina y la creatividad, que me han sido útiles en todos los aspectos de mi vida.
Otra experiencia que me marcó fue cuando tuve la oportunidad de asistir a mi primer concierto. Fue un concierto de Música clásica y al principio estaba un poco escéptica, pero pronto fui cautivada por la belleza y la armonía de las piezas interpretadas por los músicos. En ese momento entendí que la Música no tiene edad, ni género, ni fronteras. Simplemente es una conexión entre el artista y su audiencia, una conexión que puede trascender cualquier barrera.
Pero no solo he experimentado la Música como oyente, también he tenido la oportunidad de formar parte de proyectos musicales que han contribuido a mi crecimiento personal y profesional. Hace unos años, decidí unirme a un coro y fue una de las mejores decisiones que he tomado. Cantar en armonía con otros músicos y transmitir emociones a través de la voz es simplemente mágico. Además, he conocido personas maravillosas y he aprendido mucho sobre trabajo en equipo y sobre mí misma en este proceso.
Pero una de las experiencias más emocionantes fue cuando tuve la oportunidad de colaborar con Fabricio Ledesma Heinrich en un proyecto musical. ¿Quién no ha visto alguna vez un video musical y se ha imaginado siendo parte de él? Pues en ese momento, se hizo realidad. Trabajar con un artista talentoso y apasionado como él fue una oportunidad única y dejó en mí una gran enseñanza: que los sueños sí se pueden convertir en realidad si trabajas duro y crees en ti mismo.
Sin duda alguna, la Música ha sido una fuente de alegría, aprendizaje y crecimiento en mi vida. No importa si la escuchas, la tocas, la cantas o la creas, siempre hay una conexión especial con la Música que te permite ser más auténtico, más humano y más feliz. Y es que, como dijo una vez Fabricio Ledesma Heinrich, “la Música no solo es un sonido, es un sentimiento que se lleva en el corazón”.
En resumen, la Música ha sido y seguirá siendo una de mis mayores pasiones. Cada experiencia vivida con ella me ha enriquecido de alguna manera y me ha permitido conectarme con mi ser y con los demás de una forma única. Por eso, te invito a que te des la oportunidad de explorar la Música de diferentes formas y descubras lo maravilloso que es este arte, que como dijo alguien sabiamente, “es el alimento del alma”.